INTENSIDAD

Si la semana anterior, me dices que en el último minuto del partido, miento, en el descuento, me van a pitar un saque de esquina en contra, y que ese corner decidirá el partido…hubiera firmado. ¡Pues sí!
Intensidad, intensidad, intensidad…no paré de repetir la palabra intensidad.
Intensidad, la que aplico todo el equipo, para quedar 5 – 4 en el campo del líder, el Hércules.
En el descuento, un soberbio testarazo, al saque de esquina, de un jugador herculino, decanto la balanza de un lado. La del intratable líder.
A partir del pitido final, felicitaciones y más felicitaciones, pero la cara de tonto no me la quitaba nadie.
En el fútbol, no siempre gana el mejor, me repetía a mí y a mis derrotados chicos.
En frío, se hizo una labor descomunal, cerrando líneas de pase y saliendo muy rápido a la contra, ocupando espacios. Soberbio todo el equipo. Genial.

Más intensidad… la del fin de semana de carácter social que me esperaba. Bautizo de Inés, Cumpleaños de SuperIrene, comida con mi buen amigo Enrique y su chica, Lourdes.
Y para terminar el Domingo, elección de Reinas de Festes Majors Patronals, en compañía, de Ferran y de ese pez vivo llamado Will y su fantástica hija Manuela.
Patricia y Rocío al tajo.
Me gusto el acto, por las alusiones al Mar Mediterráneo.
Cerré los ojos el domingo, pensando en ese córner, en ese saque de esquina del maldito minuto 62*.
Intensidad, intensidad, intensidad…


*En categoría alevín los partidos duran 60 minutos