Indudablemente este permiso de paternidad, me da la posibilidad de disfrutar entre pañales, biberones y sueño, de la pequeña recién nacida. También de ayudar en casa a mi mujer.
Pero de lo que disfruto, y mucho, es del paseo que cada mañana nos lleva hasta el colegio a Ferran y a mí.
Estos últimos días, el objetivo no es solo llegar al Murtal, nuestra misión es encontrar todos los bichos bola que podamos para darle en el “culete” y que se enrollen como una pelota, lo cual no deja a Ferran impasible, sino que le provoca una carcajada solemne.
La vuelta a casa la hago con una media sonrisa pensando en todo aquello que me queda por enseñar y aprender con mis hijos, y que por supuesto no me quiero perder
Tengo las lentejas en el fuego, así que no me extenderé mucho, mientras mis chicas duermen.
Para antes del sábado a las 22hrs, dejo pendiente una entrada futbolera sobre los clásicos.
POR CIERTO, TODO EL ANIMO DEL MUNDO A IVÁN CENADOR Y SU FAMILIA, UN ABRAZO!!!
No me puedo creer lo que he leido .
ResponderEliminarCuando mi Sebastian era pequeño y lo llevaba al cole , nos pasaba lo mismo el mejor momento era ver los bichos bola y darles para que se enroscaran , nos ha hecho mucha ilusion leer este comentario tan tierno y entrañable .
Besicos de vuestra Tata que os quiere un puñao .
Y que Vivaaaaaaaaann los Bichos Bola .