Hace años, en un céntrico restaurante barcelonés llamado 'La Llotja', me encontré con una persona del mundo televisivo llamada Joaquín Arozamena y hablando de niños y familia me dio uno de los mejores consejos que me han dado. "Disfruta cada momento que tengas y puedas de tus hijos" –dijo–, "porque el tiempo pasa, no te darás cuenta y luego te arrepentirás de no haberlo hecho. Es irrecuperable". Y eso se intenta, aunque no siempre se puede por trabajo y por motivos profesionales. Ser padres es de las cosas más maravillosas y ejercer como tales es todo un reto. Quería felicitar a todos esos padres y destacar la dedicación, el interés y la preocupación que muchos ponen por sus hijos en esas actividades extraescolares, más en concreto en el fútbol.
Desde edades muy tempranas –cinco o seis años– ya empiezan y no se debe pensar en otra cosa que no sea deporte, ejercicio, divertimento, aprendizaje, educación. Claro que hay padres de todas las clases. Incluiría a los abuelos, por qué no, y que esa pasión nos puede cegar en muchas ocasiones. Pero con respeto todo se puede entender.
Los chicos tienen que ser felices y disfrutar con lo que hacen. Debemos estar al lado de ellos cuando lo necesiten. Si preguntan, es muy positivo; los adultos también lo hacemos. Padres e hijos nunca dejamos de aprender. Hay que confiar en sus entrenadores o monitores. El padre no debe hacer de entrenador ni el entrenador de padre. Y si algún día llegan a tener representante, éste ni de padre ni de entrenador.
Romario le dijo una vez a Cruyff que él no era su padre. Sonó muy fuerte, pero la verdad es que ni lo era entonces ni lo es ahora.
Hay que dejar que los chicos se vayan abriendo puertas a base de trabajo y sacrificio y no abrírselas fácilmente. No darles todo hecho; le puedes hacer daño a él y a muchos que estén a su alrededor.
Entre padres e hijos hay algún 'feeling' sanguíneo indestructible y ante situaciones difíciles el cariño y el perdón se imponen a cualquier tipo de intereses. Hay un fabuloso escrito que acaba así: 'Me agobias. Hasta he llegado a pensar en dejarlo; pero me gusta tanto... Papá, por favor, no me obligues a decirte que no quiero que vengas más a verme jugar'. Durísimo para cualquier padre.
Guillermo Amor Martínez conocido futbolísticamente como Amor (Benidorm, Provincia de Alicante, España, 4 de diciembre de 1967) es un futbolista español retirado. Jugaba de medio centro y desarrolló la mayor parte de su carrera en el FC Barcelona durante los años 1990.
Destacó especialmente en el FC Barcelona de los años 90', siendo una de las piezas clave en el "Dream Team" de Johan Cruyff que ganó, entre otros títulos, la Copa de Europa de 1992 y cuatro Ligas consecutivas. Es, con 17 títulos, el jugador del FC Barcelona que más títulos ha ganado en la historia del club catalán. A lo largo de sus once temporadas en el primer equipo disputó un total de 421 partidos, hecho que le convierte en el cuarto jugador que más partidos oficiales ha jugado en el FC Barcelona, tras Migueli (452), Rexach (548) y Xavi Hernández (500).
El 9 de marzo de 1996, Guillermo Amor marcaba el gol número 4000 en Liga para el FC Barcelona en Mestalla frente al Valencia CF.
Fue durante ocho años uno de los centrocampistas habituales de la Selección española, entre 1990 y 1998. Disputó un total de 39 partidos con la Selección (ganó 17, empató 14 y perdió sólo 8), con Javier Clemente como seleccionador.
Con la selección participó en la Copa del Mundo de Francia 1998, así como en la Eurocopa de 1996 en Inglaterra.
En la Eurocopa de 1996 marcó el gol de la victoria contra Rumanía, que sirvió para clasificar a España a la siguiente ronda.
En junio del 2003, cuando Joan Laporta asumió la presidencia del FC Barcelona, Amor fue designado como el máximo responsable del fútbol base azulgrana, coordinando los equipos de las categorías inferiores y dirigiendo la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Ocupó el cargo durante cuatro temporadas, hasta junio de 2007, cuando su contrato no fue renovado por la directiva.
En julio de 2010, con la llegada a la presidencia del FC Barcelona de Sandro Rosell, Amor fue nombrado director técnico del fútbol formativo del club.
Actualmente es el jugador del Barcelona que más títulos ha logrado, con un total de 17.
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