8.30 de la mañana, me asomo por la ventana y la intensa niebla no me deja ver el edificio de enfrente. Parece Londres.
Un pequeñajo de 3 años, asoma por abajo: “quiero leche, papá”
Preparo su desayuno, mientras intento meterme en el partido, que en un par de horas vamos a disputar.
Pongo una peli de gormittis al peque y me ducho en 5 minutos, si no, no soy persona.
Todavía me dolía el empate de la semana pasada, fue con un jugador menos, lo cual tuvo su merito, fuera de casa, pero sangrante por el arbitraje.
La niebla me tiene despistado.
Todavía no tengo claro el 7.
Despierto a Patricia: “me voy, Ferran esta fuera esperándote” Un beso
Cuando la familia está reunida en el sofá, me marcho al campo.
A las 10, asoma el sol. Calentamos.
A las 10.30 rueda el balón.
Arranque titubeante y 20 minutos inspiradísimos, con posesiones largas de balón y muy buenas transiciones de banda a banda, rápidas, muy rápidas algunas de ellas.
Seis goles en esos minutos de máxima concentración, espectacular el sexto.
Resultado final 6 – 1.
Necesitábamos una victoria así, para encarar el final de la primera vuelta.
Dos partidos, contra dos gallitos. Arena Alicante y Noveldense.
Después será el momento de hacer las primeras valoraciones.
POR CIERTO: BIENVENIDO AL MUNDO IVÁN
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